Crear una identidad visual que tradujera la carga emocional y la riqueza sonora de las canciones sin caer en lugares comunes estéticos del género. El proyecto debía sentirse íntimo pero amplio, artesanal pero profesional. Además, era importante asegurar coherencia entre formatos físicos, digitales y escénicos.

Desarrollamos un sistema visual completo: logotipo, paleta cromática, piezas gráficas para redes, visuales en vivo, arte de disco, diseño de merchandising y un manual de marca flexible. Trabajamos en estrecha colaboración con el artista para traducir los conceptos líricos y musicales en decisiones visuales concretas.

Una identidad visual sólida, emocionalmente coherente y adaptable. La marca ha acompañado al proyecto desde sus primeros lanzamientos hasta sus presentaciones en vivo.